HIJOS ILUSTRES DE LA GUARDIA


García Ximénez.-  Pronotario, fue de los de la Camarilla del Rey de Castilla Alfonso X “El  Sabio”

D. Pedro Tamarón.- Fue Obispo de Durango, Méjico, en el siglo XVII

D. Alonso Núñez.- Distinguido escribano del Rey Carlos V en Méjico en los años del 1540, unos veinte años después de la Conquista por Hernán Cortes de aquel territorio.

José Valero.- Canónigo de la Catedral de Segovia, donde está enterrado. En la sacristía de la iglesia parroquial de La Guardia, existía un cuadro donde estaba su retrato. Él fue quien regaló para esta iglesia la llamada campana de las ánimas, que fue destruida en el año 1937.

D. Ramón Guerra.- Canónigo y Deán de la catedral de Toledo, en los años de 1905 al 1920. Después, presidente del tribunal de la Rota en Madrid, donde murió  en el verano de 1936

José Sánchez Labrador.- Destacado misionero jesuita naturalista del S. XVIII.  Nació en La Guardia el 19 de septiembre de 1717. En el Archivo de los Tribunales de Córdoba (Argentina) se guarda la Renuncia de sus bienes, fechada el 6 de abril de 1738, en la que puede verse que sus padres se llamaban Juan Sánchez Labrador y Maria Hernández, cristianos viejos y que tenía varios hermanos. La razón por la que adoptó el segundo apellido de su padre fue para distinguirse de otro misionero del mismo nombre y apellido que fue contemporáneo suyo y trabajó en la provincia de Paraguay.

       El 19 de septiembre de 1732 ingresó en la Compañía de Jesús, habiendo cursado solo gramática y humanidades. En el noviciado de San Luis de Sevilla comenzó sus estudios de filosofía hasta que fue enviado para el Río de la Plata en 1734 con la expedición del padre Antonio Manchoni.

      Ya en tierras americanas de 1734 a 1739 estudió filosofía y teología en la Universidad de Códoba, donde se ordenó sacerdote en el verano de 1739. Era esta Universidad el gran emporio del saber jesuítico en el Río de la Plata. El propio Sánchez Labrador señala que entre sus muchas ocupaciones : “Maestro de Gramática en el mismo (Colegio Máximo de la ciudad de Córdoba) … en la Universidad de Cordoba fue maestro de filosofia, ministro y pasante en el Convictorio de Nuestra Señora de Monserrate de la citada ciudad: Maestro de Teología en el Máximo Colegio de Buenos Ayres, resolutor de casos Morales en el de la Asumpción de el Paraguay…”, tareas que realizaría entre los años 1744-1745 y 1746, pasando a partir de 1747 a las Misiones Guaranís , De la primera etapa americana de su vida quedan en sus escritos muchas referencias que demuestran su aprendizaje como naturalista y el interés que le produjo en un primer momento la naturaleza americana, pero la mayor parte de sus experiencias y hallazgos iba a realizarlos en las áreas misioneras de los distintos pueblos guaraníes donde vivió desde 1747 hasta que en 1768 le llega comunicado de expulsión de los Jesuitas de todas las tierras pertenecientes a la Corona española. Meses más tarde llega a Italia y se radicó en Rávena donde fue superior de una de las casas que poseyeron los jesuitas en dicha ciudad. Su actividad en los casi treinta años que vivió en el destierro iba a consistir fundamentalmente en escribir sobre América, elaborando una extensa obra enciclopédica que abarcaba todos los aspectos naturales de aquellas regiones de la cuenca del Paraguay. No publicó nada en vida, aunque algunos trabajos suyos fueron utilizados por otros e integrados en proyectos que se editaron. Murió en Rávena el 10 de octubre de 1798.

Información sacada de la obra: “José Sánchez labrador y los Naturalistas Jesuitas del Río de la Plata  

D. Sebastián García de Huertas. - Nació en La Guardia (Toledo) el 20-I-1576 y murió en Madrid el 12-VIII-1644. Hijo de Alonso García, natural de El Romeral y de Bárbara de Huerta de La Guardia. Fue bautizado, el 1 –II-
1576, en la parroquia de la villa, donde se educó a la sombra de su tío materno Luís de Huerta, párroco de la misma.

       Fue también protegido por otro tío suyo, licenciado  Francisco de Huerta, arcipreste de Toledo, quien se lo llevo al Seminario a estudiar. Este fue el padrino de “misa cantada” de Lope de Vega, cuando se hizo sacerdote después de enviudar. Por este motivo, conocía el poeta Ocaña y esta localidad, escribiendo un “paso o auto sacramental” referido al Santo Niño.

Recibidas las órdenes sagradas (1597) D. Sebastián, sirvió en las capellanías del Convento de Santo Domingo el Antiguo fundadas por el Dean D. Diego de Castilla, deán catedralicio y  protector del Greco. En dicho convento esta enterrado el citado D. Sebastián

En el 1607 paso al servicio del Cardenal-Arzobispo Sandoval de Rojas siendo su secretario perpétuo de cámara, racionero de la catedral primada, y protonotario apostólico.Es por entonces cuando  presenta al citado Cardenal a Miguel de Cervantes, haciéndose protector del autor de D. Quijote de la Mancha.

Muerto el Cardenal Sandoval de Rojas, Felipe III, le nombra en 1616 Secretario de S. M. en el Real Consejo Supremo de la Santa y General Inquisición, en cuyo cargo permaneció durante el reinado de Felipe IV hasta su muerte en Madrid (1644)

Amante de su pueblo natal, hombre sin duda de singular piedad mariana, rico, mecenas y de exquisito sentido artístico, erigió y dotó espléndidamente a sus expensas una capilla, adosada al nuevo templo parroquial que por entonces se  construía bajo la advocación de  Ntra. Sra. de la Concepción, con el fin de que el ella se pudiera celebrar el culto sagrado y sirviera también para enterramiento de sus progenitores. Esta capilla , que hoy llamamos Capilla de los Capellanes, fue inaugurada al culto con solemne misa pitifical y administración del sacramento de la confirmación a los niños del pueblo el dia 11-IV-1632, domingo de Resurrección por el Obispo de Troya y auxiliar de Toledo, don Melchor de Soria y Vera.

En el 1625, entra en amistad con el pintor del Rey Angelo Nardi, de origen Florentino. Este pintor marcó el tránsito al nuevo naturalismo barroco, a él le confió la pintura al fresco y oleos de la citada capilla, hoy conocida como la "Sixtina de la Mancha”.

En escritura pública de 27-XII-1632, dotó D. Sebastián a la capilla para sus reparos y atenciones con censos  por valor de 48.000 maravedíes de renta anual , además de todas las tierras, viñas y olivares que poseía en el término de La Guardia, destinado todo a las capellanías y memorias de misas que pensaba establecer.
Once años más tarde llevó a cabo estas memorias por escritura otorgada ante el escribano de número Juan de Burgos, que afectaba no solo a la capilla y pueblo La Guardia, sino a El Romeral y Toledo.

Hizo para La Guardia las siguientes:
  • Cuatro capellanías para el culto divino en su capilla, marcando a los capellanes las fiestas y misas que debían celebrar, así como la obligación de cantar todos los días la letanía y Salve a Nuestra Señora, señalándoles la retribución correspondiente y nombrando patronos; un varón de su linaje, el inquisidor más antiguo del tribunal de Toledo y uno de los miembros del Consejo de Gobernación del Arzobispado.
  • Memoria de un maestro de escuela para enseñar a leer y escribir a los niños de la villa de La guardia.
  • Memoria para costear la carrera a dos estudiantes de la misma.
  • Otra, para casamiento o entrada en religión de huérfanas nacidas en La Guardia.
 Hizo para El Romeral pueblo de sus abuelos paternos:
  • Una Capellanía dotada de 50 ducados y dos tierras, con carga de decir los sábados la misa de Nuestra Señora de la Concepción, así como 10 misas para en determinadas fiestas al año. Llamaba para esta capellanía a los descendientes de sus abuelos y , a falta de ellos, al presbítero más virtuoso que hubiera en el pueblo, por nombramiento de los tres patronos que designaba para la fundación de la Guardia.
  • Una memoria para maestro de escuela, a quien asignaba 50 ducados para enseñar las primeras letras a los niños del pueblo, debiendo nombrarlos el cura y alcalde mayor de edad de esta localidad.
Hizo para Toledo, asimismo una capellanía en el monasterio de Santo Domingo el Antiguo, con cargo de ciertas misas.

El 20-II-1644, ordenó en Madrid su testamento ante Diego Arroyo, escribano. Dispone que se le sepulte en su capilla de la Concepción de La Guardia, dejando varios aniversarios para cabo de año de su muerte, limosnas y sufragios por su alma, por la de sus padres y abuelos y otros ascendientes y bienhechores, entres éstos , por la de arzobispo Sandoval y Rojas  

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